El grito de gol que delató al prófugo más buscado de Argentina
- Juan Camilo Castillo
- 14 ago 2017
- 3 Min. de lectura
Gritar un gol de tu equipo, esa acción que genera un sentimiento único e inexplicable, un éxtasis de alegría que recorre tu cuerpo y te llena de orgullo como pocas cosas en esta vida pueden hacerlo, algo que se disfruta, pero que en esta ocasión, le jugó una mala pasada a Claudio “el mono” Minnicelli, el prófugo más buscado por la justicia argentina en el 2017.

Foto tomada de: La Nación
Claudio Minnicelli, apodado “el mono”, se encuentra acusado de crear una banda de contrabando aduanero que importaba productos textiles ilegalmente de China. Además, es el cuñado de Julio de Vido, ex Ministro de Planificación Federal del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, anterior mandataria de Argentina, razón por la que sus acciones han causado tanto revuelo mediático.
Huyendo de la justicia, a comienzos de 2017, Minnicelli llegó a Chapadmalal, un pueblo ubicado a 450 kilómetros de Buenos Aires y allí alquiló una habitación en una casa de familia. “El mono”, fanático empedernido del Club Atlético San Lorenzo de Almagro desde pequeño, dijo llamarse Roberto Martínez y ser hincha de River Plate, pues advirtió inteligentemente que los integrantes del hogar eran fanáticos del “millo”.
Ganó muy rápido la confianza de la familia de la casa, al punto en que compró una camiseta de River, la cual usaba para ver los partidos televisados del equipo de Gallardo junto a ellos. Minnicelli también entabló amistad con los vecinos, quienes lo querían y respetaban. Así duró durante varios meses, su coartada era casi perfecta, hasta la noche del 17 de mayo de 2017, momento en que todo cambió.
Esa noche, San Lorenzo se jugó su clasificación a la fase de octavos de final de la Copa Libertadores ante Flamengo de Brasil. “El ciclón de Boedo” tenía que ganar obligatoriamente y el partido se encontraba empatado a un gol cuando el reloj marcaba los 90 minutos de juego. El árbitro añadió 3 minutos, los nervios en el ambiente eran evidentes con solo mirar la cara de los aficionados en la tribuna.
Estaban a punto de cumplirse 2 de los 3 minutos de adición, cuando Fernando Belluschi guapeó una pelota en el área de Flamengo y saco un zurdazo para clavarla en un ángulo y decretar la victoria y la clasificación de San Lorenzo. En ese momento, a Minnicelli no le importó más su coartada, se dejó llevar por la emoción y gritó el gol tan fuerte que todos los integrantes de la casa lo escucharon, al igual que los vecinos del barrio.
Aquel supuesto hincha de River, el mismo que se ponía la camiseta de ese equipo para ver los partidos, gritó el gol de la clasificación de San Lorenzo con el corazón, algo demasiado extraño en una cultura 100% futbolera como la argentina. Desde esa noche, la relación con la familia de la casa y los vecinos cambió, todos lo miraban diferente, pasó de ser el tipo nuevo que todos querían a un sujeto raro y sospechoso que veían con recelo.
Fue cuestión de días para que un vecino se diera cuenta que la cara de Minnicelli se le hacía conocida, pues se parecía a aquel prófugo del que hablaban en la noticias. El vecino alertó a la policía y el pasado domingo 6 de agosto cobró los 250.000 pesos argentinos que ofrecían como recompensa cuando “el mono” fue arrestado. Efectivamente, entre sus pertenencias incautadas, “el mono” tenía un carnet que lo acreditaba como socio de San Lorenzo.
Este viernes 11 de agosto, Minnicelli fue procesado con prisión preventiva, acusado de contrabando y su condena se decidirá en los próximos días. Así fue como el prófugo más buscado por la justicia de Argentina, fue descubierto tras 9 meses, solo por gritar un gol del equipo de sus amores.
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